Quién me iba a decir que estaría viendo amanecer mientras masticaba unas patatas fritas. En la playa. Here comes the Sun sonando. Riéndome con aquellas chicas. Todavía me parecía un sueño, seguro que abría los ojos en seguida en mi habitación y todo desaparecía, y tendría que levantarme con resaca a vivir mi vida normal.
Pero no me desperté. El día seguía avanzando y nosotras con nuestras locuras y bromas. Mika y Elena hablaban y hacían fotos. Rocío me enseñaba canciones con la guitarra. Lara estaba tocando alguna de Bob Dylan en la armónica. Sara aún estaba dormida, pero no creo que tardara en levantarse con la que estábamos armando.
Pasó la mañana, empezaba a hacer mucho calor. Mika, toda una aventurera propuso ir a conocer el pueblo. Así que nos pusimos en marcha todas, era un pueblo costero, no demasiado grande pero muy bonito.
-¡Vamos a buscar algo de desayunar!- Sara, al no madrugar no había comido casi patatas.
-¡Yo quiero ver las tiendas y el pueblo!- propuso Elena.
Nos separtamos en dos grupos, decidimos quedar en la plaza más tarde, antes de comer.
Yo iba con Mika, Elena y Rocío, hablando de lo maravillosos que era esto, de si sería posible un Revolustock real... Hasta que empezó a sonar una melodía en el móvil... era el de Mika.
-¡Un momento, que me llaman! ¡¡PERO SI ES LAURA!!- Y una gran sonrisa apareció en su cara.
L.S.D.
Silvia
No hay comentarios:
Publicar un comentario